lunes, 10 de febrero de 2014

POLÍTICOS Y PARTIDOS EN TIEMPOS TURBULENTOS (IV)

Agosto de 1936: edificio de la
actual Casa Parroquial, sede del
Partido Comunista
El Partido Comunista Español (PCE) fue creado en abril de 1920 por un sector de las Juventudes Socialistas después de que en el año anterior se hubiera fundado en Moscú la Tercera Internacional o Internacional Comunista, a la que se adhirió. La anarquista CNT (Confederación Nacional del Trabajo) no se sumó a esa Internacional, al igual que hizo por mayoría el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), una minoría del cual se escindió en 1921 y fundó el Partido Comunista Obrero Español, que acabó unificándose con el PCE, que con la denominación de Partido Comunista de España celebró su primer Congreso en Madrid en marzo de 1922. 

En el plano local, los datos sobre este partido que se puede encontrar en el Archivo Histórico Municipal de Campo de Criptana se sitúan ya en el periodo inmediatamente anterior a la Guerra Civil. La sección local era denominada Radio Comunista. Sus miembros coinciden en no pocos casos con los de la Comuna Uribe, lo que indica el influjo y el sello comunista en esta entidad surgida ya durante la guerra. Por otra parte, miembros suyos participaron en el Ayuntamiento en la época de la guerra hasta su salida en marzo de 1939.

Algunos de sus afiliados fueron:
Francisco Olmedo Sepúlveda, que ocupaba el cargo de secretario general del Partido y de la Comuna Uribe en febrero de 1938. Probablemente es el mismo Francisco Olmedo que presidía en 1931 La Constancia, una asociación de gañanes integrante de la Casa del Pueblo. En enero de 1939 ejercía el cargo de alcalde, cargo que mantuvo hasta principios de marzo del mismo año.

Manuel Lucas, miembro del Comité Agrícola local desde el 20 de noviembre de 1936. 

Julián Violero Torres, miembro de dicho Comité hasta la citada fecha, en que pasó a serlo del Comité Pro-Defensa de la República.

J. Olmedo, también relacionado con el Comité Agrícola y dirigente en 1931 de El Trabajo, asociación obrera de albañiles. 

José Mª Ortega Escribano, presidente del Radio Comunista entre el 15 de diciembre de 1936 y el 17 de febrero de 1937, y vocal de la Junta para la Reforma Agraria. 

Jesús Lucas Madrid, nombrado el 18 de diciembre de 1936 para formar parte de la Comisión de Incautación y Agricultura. 

José Vicente Manjavacas, vocal de la Junta de Reforma Agraria y miembro de la Comuna Uribe. 

Fue ésta una de las organizaciones que en Campo de Criptana pusieron en práctica durante la guerra la colectivización de la propiedad agraria. Su nombre evocaba la figura de Vicente Uribe Galdeano, dirigente del PCE y ministro de Agricultura entre 1936 y 1939, en los gobiernos de Francisco Largo Caballero y de Juan Negrín.

Esta Comuna tuvo su centro administrativo en la calle Virgen de Criptana, en la casa, previamente incautada, de Juan Manuel Santos Montes. Uno de sus dirigentes fue Federico Lucas-Torres Flores. Antes de la guerra estaba afiliado a la Unión General de Trabajadores (UGT) y era miembro de Izquierda Republicana, el partido liderado a nivel nacional por Manuel Azaña. Cuando la llamada “Revolución de octubre” de 1934, en la noche del 5 al 6 de ese mes se sumó al movimiento revolucionario, que en Campo de Criptana quedó sofocado esa misma noche. En 1936 se afilió al Partido Comunista; precisamente en mayo abrió un centro comunista en el que ocupó el cargo de secretario local. Tras el estallido de la guerra fue miliciano; en la noche del 17 al 18 de julio de 1936, para contrarrestar la sublevación militar ya iniciada entonces en Melilla, reunió a todos los afiliados al Partido Comunista y los movilizó para intentar impedir a nivel local el triunfo de la sublevación. Participó en la incautación de la Casa Parroquial, donde se instaló el partido bajo el nombre de Radio Comunista. 

El Partido Comunista había ido adquiriendo cada vez un mayor protagonismo a lo largo de la guerra en el territorio fiel a la República, lo que cambió a raíz del golpe dirigido por el coronel Casado en Madrid a principios de marzo de 1939. La nueva situación se reflejó en el plano local; en Campo de Criptana el Ayuntamiento o Consejo Municipal se reunió en sesión extraordinaria el día 8 de dicho mes por orden del comandante militar José Peña Fernández, que presidió la misma. El único punto del orden del día de aquella sesión fue el “cese de los consejeros comunistas”, motivado, según instrucciones de los nuevos gobernantes del régimen republicano español, por el hecho de que el Partido Comunista se había colocado al margen de la ley y, por lo tanto, sus afiliados debían cesar en todos los cargos públicos que ocupaban. En el nuevo Consejo elegido compartieron la presidencia el socialista Juan Antonio Navarro y el cenetista Manuel Rey. Por su pertenencia al PC fueron también cesados el sargento de la guardia municipal, Ricardo Pintado Malpesa, y los guardias Casto Muñoz Manzaneque y Manuel Lucas Flores. Lo peor para los comunistas vendría, sin embargo, tras el fin de la guerra, cuando bajo el régimen franquista fueron fusilados, entre muchos otros, Francisco Olmedo Sepúlveda y Julián Violero Torres.

FRANCISCO ESCRIBANO SÁNCHEZ-ALARCOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario